Una paciente de 72 años sufrió una caída en su hogar y, aunque el dolor era moderado, no presentaba signos visibles de fractura. Su médico le recomendó un estudio de rayos X a domicilio para evitar el estrés del traslado. Gracias a nuestro servicio, se detectó rápidamente una pequeña fractura en la cadera que no era visible a simple vista. El diagnóstico oportuno permitió que la paciente recibiera tratamiento adecuado y evitara complicaciones mayores.